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Hoy, día de San Antolín, ahora en menor medida que antes, es fácil ver a alguna chica llevar una banda de oro con crespón purpura sobre su cuerpo paseando por la Calle Mayor. Pues bien, aunque no se lleve el traje típico o regional de paño, es un privilegio que la mujer palentina tiene, y os voy a contar el por qué:
En el año 1386 reinando en Castilla Juan I, y como consecuencia de la batalla de Aljubarrota, Castilla quedó desguarnecida, lo que Juan de Gante, Duque de Lancaster, consideró una situación óptima para reivindicar la corona de Castilla de la cual se consideraba pretendiente legítimo. Desembarcó con sus tropas inglesas en Galicia y empezó su incursión hacia el núcleo de Castilla. Tomó sucesivamente La Coruña, Santiago, Orense y entabló batallas victoriosas en diversos frentes de Castilla. Hasta que llegó a Palencia a primeros de junio de 1387, donde fue derrotado por las mujeres, que defendieron los muros de la ciudad en ausencia de los hombres que estaban enrolados en las mesnadas reales, lo cual refrenó sus pretensiones dinásticas.
El rey Juan I les concedió el “derecho de tocas”, privilegio a las mujeres de Palencia de poder llevar una banda roja y dorada en sus tocados, el cual, hasta entonces, sólo ostentaban los caballeros. Hoy en día es un distintivo que únicamente pueden llevar las mujeres palentinas.
Como recuerdo de la valentía de la mujer palentina, además de la banda de oro también guardamos una mesa de nogal, rematada con una gran placa de mármol, en la que se recuerda el privilegio otorgado por el rey Juan I a las mujeres de Palencia por haberse enfrentado a los asediadores ingleses cuando los hombres palentinos se hallaban ausentes. En la inscripción se recoge la siguiente leyenda: 'loor eterno a las heroínas de Palencia'.
Fuentes:
http://www.elnortedecastilla.es/20090323/palencia/entre-leyenda-misterio-20090323.html
https://turismodepalencia.wordpress.com/2013/08/02/heroinas-palentinas/
